miércoles, 12 de octubre de 2011

En la cocina

Noche de viernes sin planes concretos, llamadas perdidas que no apetece contestar, e-mails que se acumulan en la bandeja de entrada y yo sin tiempo para dedicarme a mi misma, así que me sumerjo en un baño de espuma y cierro los ojos.

Recuerdo aquella noche de hace dos años, cuando Marta seguía viviendo en el piso, su novio Álex venia muchas veces por allí, me gustaba como me miraba, solía recorrerme con la mirada e incluso creo que algún día llegué a conseguir que se corriese con solo imaginarme desnuda.

Aquella noche Marta tenía una despedida de soltera pero Álex no lo recordaba y se presento a las 22:00, le invité a quedarse y cenar conmigo, total, para estar sola mejor estar con el novio de tu amiga, sin intenciones pérfidas, no penséis mal, solo quería estar acompañada.

Álex preparo una ensalada mientras yo terminaba de hacer el entrecot, abrió una botella de vino y me sirvió una copa:

- Y que hace una chica como tu, un viernes noche en casa, sola?
- No estoy sola, tu estas aquí.
- Ya pero, lo normal es que un viernes noche estés con alguien con quien quieras estar y folles como una loca.
- Quien a ha dicho que no estoy con quién quiero estar? La noche es larga y Marta vendrá muy tarde, follar puedo follar si quiero.

Álex se sonrojo y dejo la copa de vino encima de la mesa, se acerco lentamente a mi con la cabeza baja y al ponerse justo en frente puso sus manos en mi cintura y se mordió los labios mientras me miraba con cara de pillo.

Se me escapo una sonora carcajada y él dio un paso atrás, como asustado, no me burlaba de él, solo me había recordado a una antigua película donde el chico se follaba a la chica encima de la mesa de la cocina. Con mis dedos en la boca le hice shhhh y di un paso hacía delante, haciendo que el topase con la mesa central de la cocina,no tenia escapatoria.

Puse mis manos en mis muslos y fui subiéndolas poco a poco, acompañando al vestido que llevaba puesto, hasta que quedo a la altura de mi culo, Álex se dio cuenta de que no llevaba bragas, así que sin pensárselo me cogió de las manos e hizo que me apoyase con ellas en la mesa, se puso detrás de mi y se bajo los pantalones, les costo mucho, pues su rabo estaba tan tieso que costaba de bajar, y sin casi darme cuenta me encontré con su polla clavada detrás de mi, grite al sentirla dentro, tan hinchada y dura, llenaba todo mi agujero, pero me relaje de inmediato cuando él empezó a besarme en el cuello, con sus manos apretaba mis tetas fuertemente, mientras empujaba y empujaba fuertemente contra mi culo.

Encima de la mesa de la cocina teníamos varios utensilios que usábamos para lo que estaban creados, cocinar, pero no sabia yo que un  batidor de huevos pudiese servir para tantas cosas, era de acero frió, Álex lo cogió con su manos y me lo metió por el coño, un coño que chorreaba flujo, metía y sacaba el batidor de mi coño mientras mi culo se llenaba de su semen caliente.



Entro y salio varias veces de mi, me follo con tantas ganas que pasaron horas y no nos dimos ni cuenta, hasta que la puerta se abrió y apareció Marta.

A Marta no la he vuelto a ver, Álex algún día a venido a pedirme el batidor de huevos, será que ahora se dedica a la pastelería.....

1 comentario:

Anónimo dijo...

i aquest!!!!mmmmmm...ensumador;)

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